La Arquitectura Del Movimiento Moderno En Misiones:

La Escuela Normal de Alem (1957-63) de Mario Soto Y Raúl Rivarola

Escribe la Arq. Graciela C.G.de Kuna[1]

 

El movimiento moderno irrumpe en las primeras décadas del siglo XX como una propuesta novedosa en el gastado cielo de la arquitectura mundial con la promesa de un nuevo hábitat para el hombre nuevo, ese hombre que fue gestado y nació respirando los nuevos y contaminados aires de las chimeneas industriales.

 

Si bien en la mayoría de los casos, las ciudades europeas todavía estaban consolidadas geomorfológicamente, es decir, siguiendo los dictados de la geografía propia de cada lugar, sus puntos dominantes, antes ocupados por las torres de las catedrales y otras iglesias, ahora serán reemplazados por las altísimas chimeneas industriales. La periferia, desordenadamente, irá conformándose con la llegada de la gente del campo atraída por la diferencia sustancial del salario industrial frente al del peón agrario, se gestará entonces, una nueva clase social: el obrero. Formándose un fuerte cordón alrededor de los barrios más o menos acomodados del centro que amenazadoramente tratará de avanzar sobre ellos.  

 

El urbanismo y la arquitectura, tomarán nota de estos cambios, de esta artificialización de la vida ciudadana y su respuesta serán la Arquitectura y el Urbanismo del Movimiento Moderno, con grandes maestros como Wright, Gropius, Aalto, van der Rohe y Le Corbusier a nivel internacional. Aquí presentamos la Unidad Habitacional de Marsella que diseñará Le Corbusier, en 1946

 

Estas propuestas tuvieron su correlato en Argentina, uno de cuyos arquitectos más prolíficos ha sido Mario Soto y Raúl Rivarola, su socio.

 

Según dice su compañero, el Dr. Arq. Alvaro Arrese  en una publicación en la web: www.golu.net/myriam/Mario_Soto_Arrese.htm,  Mario Soto formó parte de la tercera generación de la modernidad de la arquitectura argentina. Este grupo brillante de profesionales encontró su lugar profundizando las huellas de sus antecesores, para intentar desde allí una aproximación particular, porque particular es cada sitio, sus formas de vida y la tecnología disponible para materializar allí una obra” (M.S.).

 

Los concursos de arquitectura jugaron un rol importante en la consolidación de esta generación, que accedió desde ellos a sus obras mas importantes.

Mario Soto y Raúl Rivarola ganan el concurso para el diseño y dirección del Hotel de Turismo, ubicado en Bolívar y Junín de Posadas. Diseñarán y construirán también la Escuela Normal de Alem, punto de peregrinación de los arquitectos conocedores de su propia historia y que para encontrarla basta llegar a Alem y preguntar por “la escuela”.

 

Implantada a 45º de la trama ortogonal, es un digno ejemplo de cómo los modernos querían diferenciarse del resto de la historia urbana y generar su propio lenguaje.

A eso se debe también el respeto a los cinco puntos de Le Corbusier: pilotis, planta libre, ventana corrida, fachada despegada y terraza jardín, posteriormente, cuando se dio cuenta de que la cubierta plana era ineficaz en ciertas latitudes, el agregado del techo en forma de pileta para que al acumular aguas, se refrigerara el interior. Lástima que en nuestras tierras ese tipo de acumulación acuática genera la proliferación de mosquitos…

 

Soto y Rivarola tanto para la escuela como para el hotel, harán una conveniente selección del repertorio corbusierano, desecharán los pilotis, pero no el planteo de estructura independiente que le permitirá una cierta libertad interior algo muy necesario en el caso de un programa arquitectónico dedicado a la educación y más aún con un pensamiento de los cincuenta. De la misma manera apelarán a la composición de fachada como un telón que tamice la entrada de sol, conformándose en una síntesis entre la fachada despegada y los parasoles, baste para ello comparar el frente de ambos con la Unidad Habitacional de Marsella (Le Corbusier, 1946).

 

En el interior se encuentran las dependencias como paquetes independientes unidos por el gran techo, especial interés presenta la sala de música, con su techo resuelto mediante una cáscara con forma de paraboloide hiperbólico, volumen de revolución, también llamado “silla de montar”.

 

Es lamentable el estado actual de este edificio que fue considerado como patrimoniable por la ciudad de Alem en Enero de 2005, hasta la fecha sólo ha sido repintado parcialmente, sin embargo, debería ser preservado como uno de los ejemplos más genuinos de arquitectura del Movimiento Moderno que tenemos entre nosotros.

 

 

Otros trabajos de la Arquitecta Kuna:

 

El friso de las sirenas de San Ignacio

https://enciclopediademisiones.com/enciclopedia/leer.php?id=5863

 

 



[1] Arquitecta (Universidad de Buenos Aires, 1985), Doctora en Educación en Artes Visuales (Universidad de Sevilla, 2006) Diplomada en Estudios Avanzados-Suficiencia Investigativa (Universidad de Sevilla, España, 2003), Magister en Educación por el Arte (Universidad de Misiones, 2002), Profesora titular regular e investigadora-U.Na.M.-U.C.S.F.(Posadas, Argentina)–U.C.I. (Encarnación, Paraguay)